Saber si los mitos son ciertos o no lo son no es algo que sea fácil de descubrir. Sin embargo, cuando la ciencia no puede probar algunas teorías o mitos, podemos tener fe en ellos y creer que, en un momento dado, fueron realidad. Que fuero parte de nuestro pasado. Y, por ende, parte de nuestro presente. Lo mejor de los mitos no es analizar si son o no ciertos, o si lo fueron en su momento, sino que es una forma de disfrutar de una historia que nos puede dar mucho en lo que pensar. En este post, os queremos hablar del mito de la Torre de Babel. Este es un mito conocido, aunque no todos sabemos a qué hace referencia.
Historia del Mito de la Torre de Babel
El mito de la Torre de Babel nos cuenta que, hace mucho tiempo atrás, todas las personas que habitaban el planeta hablaban una sola lengua. No había malos entendidos. Todos podían hablar entre ellos sin necesidad de estudiar idiomas como debemos hacer en la actualidad. Sin embargo, los hombres son codiciosos. Y, al juntarse varios de ellos, decidieron construir con la colaboración de todos una torre tan alta que les diera acceso al Paraíso.
Obviamente, esto no fue del agrado de los dioses, quienes seguían cuidadosamente los actos de su más temible creación. Los hombres, por naturaleza, pueden ser tan buenos como malos y es algo que les preocupaba de verdad. Es por ello que, cuando descubrieron los planes de estos, decidieron acabar con ellos. Y, la mejor forma de hacerlo era no permitir que pudieran colaborar. Atacar a la parte más fuerte de esta colaboración: su idioma.
En este momento, se crearon las diferentes lenguas de las que se han hallado muestras. Y, de ellas, han nacido nuevas lenguas, nuevas lenguas que cada vez hablan un grupo más reducido de personas. Este desentendimiento fue, pues, el castigo que los hombres se llevaron por tratar de ir más lejos de los que se les había concedido.
El mito, ¿es cierto o no?
Lo cierto es que decir si este mito es cierto o no no es nada fácil. De hecho, tenemos evidencia de una lengua única que se hablaba en toda la extensión de lo que hoy conocemos como Europa. Esta lengua se fue diversificando, dando otras lenguas. Y, estas, a su vez, han sido madres de otras lenguas que tenemos en la actualidad. Del Latín, por ejemplo, tenemos varias lenguas como el español y el italiano.
Así pues, si tenemos en cuenta esta fragmentación que ha sido constatada por la ciencia gracias a los restos que se han ido encontrando, podemos decir que el mito puede ser cierto. Y, más, en un momento con la antigua Grecia en la que se creía en una gran variedad de dioses y no solo en uno de ellos.
Pensar en ellos es algo que nos puede llevar a darle muchas vueltas al origen de las lenguas. Esto es, sin duda alguna, la mejor parte de este mito que pocos conocen.