En la sociedad actual es muy fácil encontrar un buen vidente que nos ayude con nuestros problemas y nos eche una mano en todo lo que queramos. De todos modos, debemos decir que hay muchos videntes buenos, malos y los mejores. De hecho, seguro que has oído en muchas ocasiones que las mejores videntes son las videntes de nacimiento. Pero, ¿sabes por qué esto es así? Nosotros te lo contamos todo.
Videntes de nacimiento: las mejores
Como hemos dicho en muchas ocasiones, todos podemos aprender a leer la baraja del Tarot y hacer las interpretaciones adecuadas. Pero, esto es algo que nos llevará mucho tiempo y que, además, no podremos hacer de la misma forma que hace una vidente de nacimiento.
El motivo de esta diferencia reside en los genes, por decirlo de un modo. Cuando una persona nace vidente, hereda una serie de rasgos de la familia. Rasgos que se han usado durante siglos y que, por ende, están mucho más desarrollados de lo que nadie más podrá desarrollar.
Pero, las videntes de nacimiento, además, no solo saben leer las cartas sin necesidad de trabajar en ello. Son personas que son capaces de ver más allá del significado que tenemos en un libro de lectura de cartas. Esta sensibilidad es lo que hace que, sin saber por qué, se interpreten las cartas de diferente modo y, por ende, que sea más acertada la predicción.
Las videntes de nacimiento para todo lo que necesitemos
A diferencia de una persona convencional que necesitará tiempo para aprender a interpretar las cartas y se quedará solo con este método de adivinación, las videntes de nacimiento tienen la facilidad de poder usar una gran cantidad de métodos de adivinación sin que nadie les haya enseñado. Es algo innato en ellas. Esto hace que sean mucho más completas y, por ende, que nos puedan ofrecer muchos más servicios que una vidente hecha, por decirlo de algún modo.
Las videntes de nacimiento, además, tienen una videncia innata. Una videncia que les ofrece unas capacidades únicas que nadie podrá entrenar nunca. Podemos aprender a leer el Tarot, sí, pero no podremos aprender a escuchar a las personas fallecidas. Tampoco podremos aprender a interpretar las señales que nos envían los Ángeles, por ejemplo. Las videntes de nacimiento, sí pueden hacer todas estas cosas. Y, lo mejor de todo, es que lo hacen desde que tienen razón de ellas mismas. No pasan por aprendizajes.
La videncia, como hemos dicho en muchos casos, es algo que se puede aprender de forma parcial. Pero, al videncia nativa que tienen solo algunas personas, les ofrece unos dones que nadie podrá aprender nunca. Es por ello que siempre aconsejamos que se busquen videntes de nacimiento para lo importante: nuestra vida.
Encontrar y reconocer las videntes de nacimiento
Encontrar y reconocer estas videntes es muy simple. Solo debemos prestar atención a su forma de actuar. Y, sobre todo, a la información que nos pidan. Una vidente de nacimiento sabrá mucho de nosotros con solo vernos o con solo tocar una carta. Sabrá ver hechos importantes en nuestra vida que otras personas nunca encontrarían.
Si una vidente precisa de mucha información personal nuestra para llevar a cabo un servicio, podemos empezar a desconfiar de que esta sea una vidente de nacimiento. Y, por ende, deberemos pensar si lo que necesitamos es algo que puede hacer o si necesitamos o queremos una vidente más completa.